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sábado, 29 de noviembre de 2014

FRACASO O VICTORIA

COLISEO ROMANO

     La Biblia dice en Juan 16:33: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” El Señor les dijo estas palabras a sus discípulos sabiendo lo que les depararía el futuro, ¿pero, por qué les dijo que debían confiar en él? ¿Qué era el mundo para ellos? Para los de ese tiempo el mundo era lo que le rodeaba, el sistema religioso, las cosas comunes, los romanos que los dominaban y oprimían, todo eso constituía el  mundo, y el Señor añade que en ese tipo de mundo ellos tendrían aflicción. El mundo para algunos es todo lo que observamos y tenemos a nuestro alrededor, el mundo también es todo lo que el sistema de Satanás nos ofrece, la facilidad y la felicidad que nos  nubla la mente, los deseos carnales que nos son ofrecidos a diario en los diferentes medios de comunicación, que colma nuestra mente y corazón, y que promete darnos felicidad. Es el conjunto de cosas que nos rodea y que creemos que nos va a hacer felices, así el mundo nos ofrece muchas cosas que nosotros queremos,  así como el pecado, las cosas que entran por nuestros ojos, lo que anhela nuestro corazón. Pero volviendo al tema de los discípulos, el mundo era representado por el sistema de cosas que ellos tenían en ese momento, tales como los sistemas que los dominaban, ¿pero por qué Dios había permitido que así los dominasen de esta manera, atrapados en un mundo de opresión, de terror, de impuestos, de cosas que no podían dominar,  tales como la tortura y un sinnúmero de vejaciones que ellos tenían a su alrededor?, esto no era bueno, era algo feo para los cristianos de aquella época. Pero el Señor Jesús les dijo también que este mundo los aborrecería, que cuando estuvieran contra ellos este mundo, él ya se los había advertido. El mundo pensaría que estaban obedeciendo a Dios cuando los maltratasen, pero no era así, estarían equivocados, que muchas veces les iban a hacer daño pensando que de esta manera agradaban a Dios, y que al hacerles mal pensarían que esto que hacían era algo bueno, y hasta inclusive sentirían que esto glorificaba a Dios. 

     El apóstol Pablo mismo, pensaba que estaba haciendo algo bueno, pensaba que todo lo que hacía, agradaba a Dios, él había comenzado a maltratar a los cristianos, a perseguirlos, a condenarlos, a sacarlos de sus casas y a consentir en sus muertes. El mundo los aborrecería y empero el Señor les dice que  ellos debían confiar ya que “ yo he vencido”. Dios ha vencido al mundo,  Dios tiene poder, Dios ha vencido a Satanás, si  usted lee la historia sabrá que todos fueron muertos a causa del nombre del Señor Jesucristo y de su evangelio, el mundo aparentemente los venció, pero no fue verdad, no fue la realidad, ante el mundo los cristianos fueron vencidos, pero llegado el tiempo los cristianos vencieron, el mundo romano fue vencido por los seguidores de Cristo, desde que ellos lo crucificaron en una cruz allí mismo comenzó su ruina y decadencia, porque lo que no comprendieron es que cuando hacían esto, en verdad ese hombre al que estaban ejecutando iba a ser  el causante de su ruina y que sus seguidores triunfarían después de 300 años, cuando el imperio romano declararía que la religión del imperio era la cristiana. Ya Pablo en sus escritos menciona a los de la casa de César, el emperador, los sirvientes de César eran ya cristianos, el mundo sucumbiría bajo el poder de Jesús. 300 años bastaron para que así fuese, fueron años de sufrimiento, pero estos  fueron suficientes para conquistar a los romanos, ese mundo que les hizo tanto daño fue vencido por los cristianos. En Italia, en Roma está el circo romano, todavía existe, todavía podemos ver sus ruinas, pero ellas son el reflejo de que hubo un tiempo en el cual muchísima gente murió allí, muchísimos cristianos murieron allí en ese circo, estos muros son testigos del poder de Jesucristo, pero los romanos creyeron que los cristianos fueron vencidos allí, pero lo correcto es decir que ellos triunfaron allí. Bastó ese tiempo para que los romanos aceptarán a los cristianos y se convirtieran al cristianismo y luego su imperio pasó a ser cristiano, el mundo no venció, Cristo venció, su poder fue más grande, sus palabras no pasaron por alto.

      Cuando muchas veces vemos que las cosas no suceden como pensamos, nos sentimos decepcionados y nos ponemos tristes, creemos que no está sucediendo como Dios quiere, pero el tiempo de Dios no es el mismo del hombre, el tiempo de Dios es distinto, lo que a uno le parece que es lo correcto no lo es para Dios, a veces parece ser que se fracasa, que todo se viene abajo, que se está perdiendo la batalla,  pero en verdad Dios la está ganando, Dios está triunfando, Dios está venciendo, en verdad parece ser que tú estás muriendo, que tú estás perdiendo,  pero en verdad a los ojos de Dios cuando incluso tú mueres nada está terminando, tú piensas que todo se está destruyéndose a tu alrededor, pero en verdad Dios está componiéndolo todo, tu muerte Dios la usa para beneficiar a otros, tu enfermedad Dios la usa para su gloria. Recordemos al apóstol Pablo, él era enfermo de la vista, le pidió al Señor que lo sanara, pero Dios le dijo que su poder se perfeccionaba en su debilidad. Dios usa tus enfermedades para perfeccionar su poder, Dios usa tus debilidades para glorificarse, Dios usa tus fracasos para volverlos triunfos, los triunfos de Dios se fundamentan en nuestras debilidades, ¿por qué? Porque “yo he vencido al mundo”, Dios siempre está venciendo, él no pierde ninguna batalla, todas las ha ganado, y eso lo sabe Satanás, a él le interesa que tú creas que estás vencido, pero en verdad Dios está venciendo a Satanás, sólo que en ese momento no lo parece.

     Muchas veces las cosas no son como parecen,  a veces parece que están perdidas, pero esa pérdida Dios la toma para vencer, Dios está en el control absoluto de tu vida, por supuesto si Dios está en tu corazón como Señor. A veces existe confrontación entre lo que pensamos y  lo que Dios piensa, y por eso no comprendemos sus propósitos en nuestras vidas, la Biblia dice que para Dios sus caminos no son nuestros caminos, que sus pensamientos no son nuestros pensamientos, y es por eso que nos cuesta entender lo que nos pasa.

     A veces parece que el mundo está ganando en verdad, sin embargo Dios está ganando, Dios ha ganado siempre, Dios es supremo, él sabe todas las cosas, él ha vencido todas sus batallas, Dios no ha perdido ni una, Dios no ha perdido una guerra nunca, pero para nosotros muchas veces resulta que eso que nos pasa lo vemos como una pérdida, pero para Dios en verdad es una ganancia. Pablo dijo antes de morir: para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia, él no tomaba la muerte como una perdida, él tomaba la muerte como una ganancia, tu muerte es una ganancia para ti mismo y para Dios, la la muerte para el cristiano no es una derrota, para el mundo el hombre al morir muere derrotado y todo termina ahí, para Dios la muerte es un camino para mostrarte que sigues vivo y que te espera algo mejor: la vida eterna, en la muerte no termina todo, recién empieza la vida, la vida en el cielo con Cristo.

     Dios se da el tiempo necesario para ejecutar sus planes, en nuestro entorno muy limitado por nuestros años de vida parece ser que no se cumplen las cosas de Dios, porque creemos que al morir todo termina, pero no es así, no termina, Dios no termina su plan cuando nosotros morimos, él continua con sus promesas hechas, él sigue ejecutando su plan en su tiempo, en sus plazos, no en los nuestros o en los que nosotros pensamos, Dios actúa en el tiempo que estima sea el necesario, el tiempo para él no es de preocupación, para él los años no son obstáculos, para nosotros con vidas tan efímeras nos acongojamos por el tiempo, pero Dios es soberano del tiempo, a él le bastó 300 años y venció, se cumplió lo que prometió, él venció al mundo, el cristianismo se impuso, la cruz y la salvación de Jesús se impusieron en el mundo.

Un caso tremendo.
     La historia registra el caso de los misioneros evangélicos estadounidenses, que vinieron a evangelizar a los aucas en Ecuador, su motivación fue evangelizar esta tribu indígena, sus métodos quizá no fueron apropiados, todo resultó en una tragedia, ellos murieron de la mano de esta tribu, para el mundo fue un fracaso, las palabras de Jesús remarcan aquí: “confiad yo he vencido al mundo”, ¿pero cómo puedo decir que Jesús venció al mundo aquí, si se perdieron vidas valiosas de hombres inocentes? Sería la preguntas base, pero después de años el Señor contestó, aquí en este artículo se dice que el final valió la pena, Jesús venció al mundo, él lo hizo, aun los indios que mataron a los misioneros recibieron la salvación en sus vidas, este acto que para los hombres fue un fracaso, para Dios no lo fue, esto dio resultados tremendos, esto abrió la puerta para el evangelio en nuestro país , Jesús venció al mundo, ellos tuvieron aflicción, pero “confiad” dice el Señor “yo he vencido al mundo”.

Conclusión
     ¿Quieres saber cómo termina la historia?,  según muchos historiadores, la mayoría de los discípulos murieron trágicamente, Jesús les dijo que confiaran en él, que él había vencido al mundo, que en el mundo tendrían aflicciones pero que confiaran, que en sus vidas siempre habrían problemas, pero ellos murieron defendiendo el evangelio de Jesucristo, murieron afligidos por el mundo, unos fueron crucificados, otros fueron degollados, otros murieron a espada, etc., ante los ojos del mundo ellos fueron unos fracasados, murieron por nada, su causa fue perdida. Durante las escenas de ajusticiamiento en el circo romano la gente se reía y gozaban cuando los cristianos eran quemados vivos o comidos por los leones, pero aun ahí la frase de Jesús resonaba en sus mentes: “confiad yo he vencido al mundo”, ¿cómo es posible que ellos confiaran en ese momento tan adverso?, el Señor aparentemente estaba siendo derrotado con la muerte de ellos, sus vidas en consecuencia no habían, valido la pena, Jesús no estaba venciendo según se veía. Muchos escritos manifiesta que los cristianos morían en las hogueras cantando al Señor, eso les hacía mella en la conciencia a los romanos, pero esas muertes fracasadas aparentemente por estos hombres valientes, para Dios constituía victorias, en 300 años ese imperio tan grande caería sumido por los cristianos, ese coliseo en lugar de ser un monumento a la sepultura del cristianismo fue un trofeo a la fe y al valor de estos hombres, Jesús venció, el cristianismo venció, tenía razón el Señor cuando dijo:  “yo he vencido al mundo”,  el venció a Satanás en la cruz del calvario y el venció también  a los que lo crucificaron , los romanos, fueron vencidos por Jesús, las palabras de Jesús resultaron gloriosas y llenas de una poderosa victoria, todo el fracaso de estos hombres en que aparentemente ante el mundo fueron un fracaso absoluto, eran en vendad victorias, los misioneros no murieron en vano, su misión a los aucas no fue fracasada, fue una victoria, sus asesinos se convirtieron al cristianismo, sus esposas terminaron siendo misioneras. 

     ¿Quieres unirte a este grupo victorioso? ¿Quieres que tus fracasos sean convertidos en victorias en Jesús?, únete a él y confía en sus palabras, acepta a Cristo como tu único y suficiente salvador, deja que el Señor venza el mundo a tu alrededor y deja que tus fracasos se conviertan en victorias. Si así lo decides, repite en tu mente esta oración: “Señor te pido que perdones mis pecados, acepto a Cristo como mi Salvador, hazme una  nueva criatura, te entrego mi vida a ti, en el nombre de Jesús, amén”. Si hiciste esta oración de  todo corazón y con fe, Dios te ha hecho una nueva criatura, Dios te ha transformado en un nuevo ser, has nacido de nuevo, ahora él te recibe como hijo. Cómprate una Biblia y léela todos los días, ora al Señor diariamente, establece una relación amigable con él, él es tu amigo, asiste a una iglesia cristiana evangélica en donde se predique el evangelio completo y Dios te bendecirá ahora y siempre. Escríbeme, quisiera saber de ti, y oraré por ti, si así lo deseas. ¡Dios te bendiga!


viernes, 14 de noviembre de 2014

¿QUÉ FE NECESITO TENER PARA SER JUSTO?

justo

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. (Romanos 1.17)

     ¿Q
ué es vivir por fe? ¿Qué es ser justo? Son dos palabras con mucho significado. Dilucidemos la primera palabra ¿qué es ser justo? Quisiera manifestarte que el apóstol Pablo hace una referencia a un versículo del antiguo testamento y que se señala en (Habacuc 2:4). “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. En todo caso la biblia menciona acerca del justo, ¿pero quién es el justo delante de Dios?, porque ninguno es declarado justo por sí mismo, sino a través de la fe (Gálatas 3:11)Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá”. Siendo que el justo es aquel que es inocente, aquel que es recto, aquel que guarda la palabra de Dios, somos declarados justos por Dios a través de Jesucristo, no por merecimiento. (Filipenses 3:9) dice: “Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es POR LA FE DE CRISTO, la justicia que es de Dios por la fe”. Nótese que la justicia nos viene por tener fe en Cristo, no nos viene por nuestras obras o virtudes, la justicia se nos declara por Jesucristo y luego dice que la justicia de Dios es por la fe. La justicia del hombre existe, pero la justica de Dios también, las dos justicias para nada se parecen, la una es humana y la otra es divina, la justicia del hombre es particular y terrestre es sólo para esta vida, la justicia de Dios es celestial y demanda fe. Lo que hacemos nosotros de justica aquí es de aquí y solamente repercute aquí, es humana, pero la justicia divina es para siempre y por siempre y es ganada por medio de Jesucristo.  Esta justicia de Dios nos declara justos, no somos justos porque lo merecemos, sino por lo que hemos heredado de nuestro Señor y Salvador, sólo él es justo, y por ende por la fe somos justos. Podemos decir entonces que las dos palabras van de la mano. ¿Si somos justos es por la fe en Jesús?  JUSTO Y FE van de la mano, no podemos ser justos sin fe, y tampoco si existe fe podemos ser injustos, ya que la fe en Jesucristo nos lleva a que Dios nos declare justos. Pero (Hebreos 10:38-39) declara: “Ahora el justo vivirá por fe; Mas si se retirare, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma”. Recordemos ahora, ¿puede ser que esta declaración permanezca para siempre?, sí, Dios nos desea declarar justos por siempre, pero dice la escritura en este pasaje que si se “retirare” no agradará a mi alma, luego el apóstol Pablo dice que nosotros no somos aquellos que nos retiramos para perdición, si te retiras de la fe, ya no puedes ser justo ante los ojos de Dios, porque sólo la justicia de Jesucristo nos hace justos. Si vuelves a pecar una vez ganada la salvación, ya la culpa no es de Dios, es tuya o mía, somos nosotros con nuestro “libre albedrío” que dejamos de seguir a Jesús, él desea y anhela nuestra fidelidad, pero somos nosotros los que decidimos seguir con la fe en Jesús. En (2ª. Corintios 5:21) dice: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Dios nos ha declarado justos a través de la justicia en Jesucristo, también notamos que la conclusión a la que debemos llegar es que el justo (el que obra rectamente, el que es fiel a Dios, el que lleva una vida consagrada) por medio de la fe obtendrá vida, la vida que en Cristo logramos.

UN FINAL ESPERANZADOR
     La Biblia dice: “el justo por la fe vivirá” (Romanos 1.17) otra versión dice: “Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe, de principio a fin. Así lo dicen las Escrituras: El justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17 (DHH))  La fe es la que nos hace justos dice la escritura, ¿pero qué fe?, muchos tienen fe, fe en sus actitudes, fe en su intelectualidad, fe en sus negocios, fe en sí mismos, fe en sus fortunas, fe en sus hijos, fe en su familia, fe en sus creencias ancestrales, fe en su suerte, nuestros antepasados tenían fe en sus ídolos, y en fin existe fe en muchas cosas, pero esta fe de que hablamos es carnal, es humana, es intelectual, Dios nos da una fe mucho más alta, fe en su Hijo unigénito, la fe en Cristo. Esta fe jamás nos defraudará ya que está fundamentada en el Hijo de Dios. ¿Cuál es tu fe? ¿En qué se fundamenta? ¿Es una fe genuina delante de Dios? ¿Es una fe intelectual? ¿Es una fe tradicional? Podemos tener innumerables clases de fe, la biblia dice en (Hebreos 11:1):Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. ¿Deseas que Dios te declare justo? Claro que sí, cuando mueras y estés en la presencia de Dios, que bueno sería que estés delante de Abrahán o de Enoc, o de Noé, y que te goces con un montón de justos. Estos hombres que fueron declarados justos y rectos, algunas veces el Señor les dijo que eran perfectos, ¿por qué? Solamente por la fe. Recuerda somos justos por fe, no porque seamos verdaderamente y realmente justos, porque ni cumpliendo toda la ley somos declarados justos, (Gálatas 3:11) “ Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá”;  observa que ni aún cumpliendo toda la ley puedes llegar a ser justo, Dios no te puede justificar si cumples toda la ley y no fallas en nada, sólo por la fe en Cristo, Dios puede obrar un milagro en tu vida, sólo por la fe en el Señor Jesucristo Dios te declara justo delante de él. No hay otra opción para el hombre sino el acudir a Cristo, para así ser declarado justo. Es como si en un juicio hubieras cometido un gran delito, y fueses a juicio por ese delito, todas las pruebas están en tu contra, el juez va a declarar en cualquier momento tu culpabilidad y vas a ir a la silla eléctrica a recibir tu sentencia de muerte, pero de pronto viene Jesús, él le dice al juez que él va a recibir la sentencia por ti, que te libere de todo cargo, que él se va a hacer cargo de todo, que él va a recibir el castigo que tú mereces. El juez muy a su pesar pero en vista de esta petición hace una excepción y te libera y Jesús recibe el pago de todo tu pecado, él va a la silla eléctrica por ti, él recibe la muerte por ti, el juez te declara INOCENTE, te declara JUSTO; el juez justifica tu falta, ya no existen cargos contra ti, porque Jesús va a recibir por ti la sentencia que tú merecías. Esto que te he narrado a manera de un cuento, ocurrió en el cielo cuando Cristo murió, él se presentó a su padre, el JUEZ de toda la tierra, y delante del padre él se presentó con su sangre  en sus manos (Hebreos 9:12-14), y le dijo al Padre que esta sangre que él había derramado cubría el pecado tuyo, que te libere en ese momento, que te declare JUSTO, que JUSTIFIQUE todo tus actos malos que hayas cometido delante de él, que esa sangre derramada que llevaba en sus manos era más preciosa que todos los pecados que hayas cometido, entonces el JUEZ JUSTO (este sí), te declara LIBRE y JUSTO; te pone en libertad y te declaraba un HOMBRE LIBRE.

     Esto ilustra lo que es ser JUSTO delante de Dios, no por tus obras, porque la Biblia dice que nuestras obras son como trapo de inmundicia delante de él  (Isaías 64:6) , ninguna obra hará que seas declarado JUSTO delante de Dios, nada de lo que hagas en la tierra podrá hacer que seas declarado justo, solamente el tener fe en Jesús, el poner tu mirada en él, el confiar en que lo que él hizo en la cruz del calvario fue lo importante. Él pagó el precio para que tú ahora seas un JUSTO delante de Dios, no merecías ser declarado justo, sino CULPABLE, tu merecías por tus pecados ir a pagarlos con tu vida en la cruz del Calvario, pagar por los pecados cometidos durante toda tu existencia, pero vino el INOCENTE, el PURO, el HIJO DE DIOS, el CORDERO DE DIOS, así lo declaró Juan el Bautista (Juan 1:23), y él se puso por ti. No mereces llamarte JUSTO delante de Dios, mereces que te digan INJUSTO, mereces que fueses a la silla eléctrica, mereces que Dios te mande al infierno, mereces que Dios en ti haga y cumpla su sentencia. No hay nada de valor que Dios vea en ti para que seas declarado JUSTO delante de él, nada hay que en verdad te veas como con valor alguno.  Pero ese mismo Dios Justo, es tan bien misericordioso, él mandó a su HIJO para DARTE LA SALIDA, ÉL es Amor, pero también es Juez Justo. Él no desea sentenciarte, pero serás tú el que decidas de qué lado te sentarás ante el tribunal de Dios después de muerto, ¿estarás en el banquillo de los acusados esperando recibir sentencia o estarás en las gradas como INOCENTE?

¿QUÉ ME FALTA PARA RECIBIR ESTO?
     ¿Pero qué es lo que falta para que esto sea realidad?, tu decisión. Aunque te parezca increíble, Dios no puede hacer nada de lo que tú no le permitas hacer, Dios no puede darte algo que tú no quieras, Dios no puede salvarte si no aceptas esto que Dios te regala, Dios no puede imponer su voluntad en ti, ni aún en los ángeles caídos él lo pudo hacer, él necesita que tu hagas este decisión por ti mismo. Esta decisión es personal, es decisoria, es monumental para tus intereses, pero solamente cada hombre la puede hace. Una vez leí que Dios es amor y siendo amor no puede enviar a nadie al infierno, esto es verdad, Dios no te envía al infierno, Dios no lo quiere hacer, él desea salvarte de la condenación, Dios quiere darte vida eterna, pero la diferencia es que eres tú el que por decisión propia lo haces, no es la decisión de Dios, sino la tuya.
     Pero si así decides hacerlo, te invito a que recibas a Cristo en tu vida, pídele que él te declare justo, y ora así: Señor que estás en los cielos, acepto que Jesús sea mi salvador, reconozco que él fue a la cruz en lugar de mí, señor declárame justo, no por mis obras sino por la obra de Jesús, me arrepiento de todos mis pecados, en el nombre de Jesús, amén. Si tu hiciste esta oración con fe, ahora eres un JUSTO, no por lo que yo lo diga sino por lo que lo dice su palabra, de aquí en adelante ora diariamente, conversa con Dios, él transformará día a día tu existencia, lee la Biblia, la palabra de Dios, diariamente y congrégate en una iglesia evangélica cristiana que predique el evangelio completo, y la sana doctrina, Dios te bendecirá, escríbeme para saber de ti, oraré por ti si así lo deseas, ¡que el Señor te bendiga!




sábado, 8 de noviembre de 2014

JESUS, EL HIJO DE DIOS


 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”  Juan 1:1.
EL HIJO DE DIOS

     Cuando hablamos de Jesús, nos parece que estamos hablando de un personaje histórico, quizá de algún buen maestro, o un profeta, pero lo que no nos damos cuenta es que él es el HIJO DE DIOS. Aquí el apóstol Juan, el discípulo amado, nos da un primer mensaje de la deidad de Jesucristo, él nos dice que en el principio era el verbo, o sea, se está refiriendo en esta palabra al Señor Jesús, la Biblia dice: Juan 1:14. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.  Nos damos cuenta de que la palabra verbo se refiere a la persona de Jesús, aquel verbo fue hecho carne, Filipenses 2:5 dice: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,  el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,  sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;  y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Está hablando de Jesús, aquí nos habla de la naturaleza divina que tenía el Hijo de Dios, menciona que siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios, las palabras claves son, forma e igual, o sea estamos frente a la declaración de que Jesús es Dios, no creemos en dos dioses, porque Dios es uno, sino en dos personas distintas pero en un sólo Dios.

EL PRINCIPIO DE LAS COSAS
     Otra palabra que tenemos que analizar en estas escrituras es acerca del principio, y ¿qué es el principio? Los científicos ahora creen que hubo un principio, que el universo tuvo un principio, que todo comenzó como lo dice la biblia: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1.1. Ahora entonces cobra vida lo que dicen de un principio, la Biblia no se equivoca, como algunos piensan, ella manifiesta que hubo un principio, y luego en Juan 1:1, dice: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Estamos viendo entonces que ya estas dos palabras cobran significado, PRINCIPIO y VERBO. Todo comienza en un principio, luego dice este versículo que el verbo era con Dios, y sucede que el Señor Jesús estaba con su padre en el principio, él caminaba con Dios, andaba con él, participaba con él, hablaba con él, etc. La escritura añade: Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Juan 1.3. Note que aquí la Palabra de Dios menciona que todas las cosas por él fueron hechas, y que nada de lo que ha sido hecho fue hecho sin él, o sea que el universo entero fue hecho por Jesús y que sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. No existe un error, y sin temor de equivocarnos aquí, que la Biblia señala la deidad de Jesús, él no solamente vino a nacer como hombre, él ya existía desde el principio, estaba con su padre y todo lo hacía con él, y todo fue hecho por él. ¡Gloria a Dios! Es por esto que cuando vemos que los hombres aprecian a Jesucristo sólo como un maestro y/o un buen hombre están del otro lado de la tabla, están de lado de los ateos, de lado de los que no creen en Dios, no existe un bando intermedio, o crees que Jesús es el Hijo de Dios, o no.

UN ACTO DE AMOR
      Me pregunto: ¿qué persona se desprendería de su único hijo a quien ama, para poder darlo en rescato por una persona a quien no conoce y peor que no está dispuesta a agradecerle por lo que está haciendo? Para mi no existe. Creo que no existe en este mundo esta persona, solamente el corazón amoroso de Dios pudo hacerlo, él pudo desprenderse de su amado hijo para dártelo a ti y a mí, y darlo en pago, por lo que él no hizo, de lo que no fue culpable, y darlo para rescatar a la raza humana del pecado, ¿podemos decir que él no nos ama?, Dios si se acordó de ti, más de lo que te imaginas, ¿por qué no creer en verdad que Jesús es Dios?, ¿que Dios mismo en la persona de su amado hijo, vino a rescatar al hombre, y que este es  su Hijo unigénito?
La Biblia señala en Hebreos 1:1. Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;  el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, se nos manifiesta que anteriormente nos habló de muchas maneras, mas ahora nos habla por el hijo, Jesús es el hijo de Dios, no porque nosotros le hayamos puesto este calificativo, sino porque su padre celestial se lo puso. Juan 1.18 dice: A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. Note que se señala que a Dios nadie le ha visto jamás, que solamente el unigénito que está en el padre le ha dado a conocer, Jesús es el unigénito de Dios, él le ha dado a conocer.

¿A QUIÉNES VINO?
     Haríamos un libro sobre este tema, pero quiero que notes lo que dice este versículo de Juan 1:11. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. ¿A quiénes vino? Aquí se describe que él vino a los suyos, y éstos no le recibieron, LOS JUDÍOS QUE ERAN DE SU PARENTELA, no le recibieron, él vino primero a ellos, se lo había prometido Dios, que él vendría a su pueblo, que el vendría primero por los que son su pueblo amado, pero estos no le recibieron, él se apegó a las leyes y costumbres, fue circuncidado al octavo día, iba una vez al año a ofrecer sacrificios, aprendió las escrituras, él puso su habitación en medio de ellos, pero no lo recibieron lo rechazaron, lo vejaron, lo crucificaron y luego lo mataron, ¿por qué?. Pero Dios ahora hace una aseveración en este pasaje de Juan 1:12.

¿QUIÉNES SON HIJOS DE DIOS?
     Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; observa que dice que a todos los que le recibieron a los que creen en su nombre, les dio potestad, el PADRE, él les da potestad de ser hechos hijos de Dios, Juan.1.13. Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Pero estos hijos de Dios no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, o sea de ningún ser humano, Dios es espíritu dice la Biblia, él no puede engendrar a una carne, nos ha hecho del polvo, dice Génesis 2.7. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Él nos formó del polvo de la tierra, no nos engendró, somos criaturas de Dios, es nuestro padre por adopción, él cuida de su creación y el hombre sabe que él es Dios, pero ahora que vino Cristo transforma ese concepto en el siguiente:  Mateo 12:48-50.  Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. Entonces ahora que vino el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo declara que los que verdaderamente son sus hermanos, son los que hacen la voluntad de su padre y ¿cuál es su voluntad? Juan 3: 16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. La voluntad de Dios está aquí, creer en Jesucristo, creer que el Padre lo mandó para que el mundo sea salvo, que es el amor encarnado, el verbo divino, que fue mandado por ti y por mí, si lo aceptas en tu corazón y haces la voluntad de Dios serás verdaderamente el hermano de Jesús, su hermana, su madre o sea entras a formar parte de su familia, que ahora serás de su parentela, y recuerda que verdaderamente serás su hijo, porque no somos hijos por nombre, sino por recibir a Cristo, pero…

NACER DE NUEVO
     Tienes que nacer de nuevo: Juan 3:3-5 dice: Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Tienes que nacer espiritualmente, en tus pecados estás muerto para Dios, pero cuando aceptas a Cristo, naces de nuevo, Dios te hace una nueva criatura, Nicodemo pensó con su mente carnal y dijo: como voy a meterme de nuevo en el vientre de mi madre para nacer, pero el Señor le hablaba de un nuevo nacimiento, acepta a Cristo como tu salvador ahora mismo, repite esta sencilla oración : Padre que estás en los cielo, acepto que soy un pecador, creo que Jesús es el hijo de Dios, que vino a morir por mis pecados, declárame una nueva criatura,  amén.  Si lo hiciste con fe, Dios te perdonó tus pecados y ahora eres una nueva criatura, te aconsejo que compres una Biblia y la leas diariamente, ores al Señor todos los días y te congregues en una iglesia evangélica cristiana, que tenga el evangelio completo. Dios te bendiga, ya que ahora tienes una nueva vida en Cristo Jesús. Si deseas hacerme alguna pregunta, contáctame, y si tienes alguna petición de oración, hazme llegar tu petición de oración, oraré por ti. ¡Qué el Señor te bendiga por siempre!


lunes, 3 de noviembre de 2014

CRISTO ES EL FUNDAMENTO...

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. (1a. Corintios 3:11)

     ¿Existe en nuestras vidas una base sólida como fundamento para vivir?, ¿quién es el fundamento de nuestras vidas?, muchos tendrán en sus vidas el fundamento moral que le dieron sus padres, cómo lo criaron, apegos religiosos, fundamentos sociales, etc. Quizá otros tendrán el fundamento de haber crecido con un aporte social muy fuerte, perdieron a sus padres, la sociedad fue cruel con ellos, alguien los golpeó duramente en su aspecto psíquico, sus padres no se responsabilizaron por ellos, sufrieron muchos reveses en sus vidas, y fue esto el fundamento de sus vidas, que podrá describirse como:  rencor, odio, desconfianza, venganza.
Algunos viven dignamente y reciben de sus padres, de la sociedad, del entorno que les rodea: cosas buenas. Y son personas positivas para la sociedad, personas que aportan a su comunidad plausiblemente. Resultan ser emprendedores, luchadores, con absoluta confianza en si mismos, esto es: personas de alta calidad, según lo ve así la sociedad.

LA ROCA POR FUNDAMENTO
     Estoy hablando de fundamento y posiblemente no lo entendamos: el fundamento en un edificio es una piedra o un terreno hecho de una buena  tierra, sólida, consistente, que es lo que la sostiene a una casa o edificio. Jesús dijo que hubo un hombre que puso el fundamento de su casa sobre la arena, vinieron ríos, soplaron vientos y la casa se derrumbó, porque su fundamento era muy débil, la tierra en la que había sido puesta la casa era de mala calidad para construirla, pues era arena. Mas hubo otro que puso su casa sobre un fundamento bueno, sobre la roca, su casa pasó la prueba de los vientos, de los ríos y no se cayó, porque su fundamento, su base, era roca y esa tierra es dura y buena. La Biblia dice: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo, ¿quién es esta piedra desechada por los hombres?, esta piedra es Cristo, los judíos la rechazaron y no aceptaron que Jesús fuese el mesías, pero Dios lo ha hecho cabeza del ángulo, esto es la piedra rectora de todo el edificio.

UN HOMBRE VIEJO PREGUNTA
       Lo bueno es que a cualquier edad y en cualquier momento, puedo poner el fundamento fundamental (valga la redundancia) y ese es Jesucristo, él le dijo a Nicodemo, que tenía que nacer de nuevo, y él le respondió, que cómo siendo viejo se volvería a meter en el vientre de su madre para nacer de nuevo; el Señor hablaba de un nacimiento del espíritu. La vida de Nicodemo estaba fundamentada en las cosas que veía, era un hombre religioso y llevaba la ley de una manera perfecta, había nacido de una mujer (como cualquiera de nosotros), era un hombre normal y natural para la sociedad en la que se desenvolvía, pero el Señor Jesús le dice que tenía que nacer de nuevo, nacer de una manera espiritual y para Dios, tenía que poner otro fundamento en su vida, diferente del que ya llevaba, cambiar la dirección y el camino que se había trazado, mirar la vida de una manera diferente, y el Señor Jesús le dio, (en el evangelio de Juan, capítulo 3, versículo 16), la revelación mas grande que Dios había hecho al hombre y esa era la revelación de su hijo Jesucristo.  Le dijo: que porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel que en el crea no se pierda sino que tenga vida eterna. Esta verdad se la revelo el Señor a Nicodemo y pudo comprender y aceptar que la salvación venía en la persona del Señor Jesús. Cuando Nicodemo aceptó que Cristo era el hijo de Dios, su salvador, él nació de nuevo. Este nuevo fundamento no se basaba en algo terrenal, Nicodemo no nació de nuevo saliendo otra vez del vientre de su madre, sino que nació de nuevo desde su espíritu, al aceptar en su vida el nuevo fundamento eterno  y vivo que era Cristo.

EL FUNDAMENTO NECESARIO
      ¿Qué fundamento tienes en tu vida? ¿quién es el que gobierna tus opciones, tus sentimientos, tus gustos y prioridades? Si este fundamento en tu vida no es Dios, de nada te servirá en la eternidad. En esta vida tus fundamentos materiales te sirven, tu intelectualidad, tus años de escolaridad, tu preparación académica, muy loables por cierto, tus logros económicos, buenos desde todo punto de vista, quizá la gente te admira por lo que has logrado, pero si no has nacido de nuevo, de nada te servirá en la eternidad, 
      ¿En quién fundamentas tu vida? Muchos fundamentan su vida, en las filosofías orientales, en la música excelsa, otros en lo económico, algunos en tener una magnifica familia bien formada, en su envidiable salud física, en tener una carrera profesional exitosa, todo esto es bueno ante los hombres y ante Dios, pero si no tienes tu vida fundamentada en Dios, de nada vale. El Señor Jesucristo dijo: Bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios y la guardan. ¿Qué significa esto?, que no puedo vivir mi vida solamente en lo que otros dicen o lo que yo pienso, que mi fundamento mental y emocional, si Dios está en mi vida, debe ser Cristo. No es ser fanático, pensar y actuar así, es ser consecuente con lo que significa ser CRISTIANO. Hoy y siempre será, que para ser cristiano no solamente bastará decirlo, siempre será serlo. Será vivir en los fundamentos de nuestro Señor Jesucristo, de aquel de quien se deriva este nombre. Para nuestra cultura, ser cristiano, es ser una persona normal, civilizada, democrática, ser consecuentes, tolerantes, permisivos, una persona notable y moralmente buena. Pero el Señor dice que los que son felices no son los que dicen oír, sino los que atesoran en su corazón  la palabra de Dios y viven de acuerdo a ella, no a lo que me parece que es, lo que significa que no iré a preguntarles a mis amigos si me creen cristiano, si me creen que soy bueno, ellos a lo mejor me dirán que sí, porque son mis amigos. Lo importante es que yo ponga en una balanza lo que soy y le pregunte a Dios, si él me cree que soy cristiano, que yo me mire en el espejo de la Biblia, su palabra, y me compare sinceramente si soy como me digo ser, un cristiano. He aquí el meollo del fundamento, ¿quién es tu fundamento?, ¿de quién hablas?, ¿a quién sirves?, ¿cuál es tu primer pensamiento del día?, esas preguntas te responderán verdaderamente sobre quién fundamentas tu vida, nos dará los cálculos  necesarios para suponer quien es el rey de nuestro corazón, porque quiero decirte, con todo cariño, que este pasaje de la Biblia nos manifiesta, que pierdes el tiempo si no es él, ya que no existe otro fundamento válido para el hombre, sino solo Cristo. Eres incompleto si no pones dentro del rompecabezas de tu vida la pieza que te falta y ESA PIEZA TIENE NOMBRE: Jesucristo.