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domingo, 24 de mayo de 2015

EL VERDADERO PADRE DE JESUS


 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.  Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;  y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.  No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;  y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. (JUAN 5:19-29)
JESUCRISTO

LA DEIDAD DE JESÚS.

     
     Un ser humano común y corriente puede decir, mi padre fue abogado y también yo soy abogado, u otro decir, mi padre fue un gran futbolista y yo también, y así innumerables personas pueden decir que siguieron el oficio de su padre, maestros, psicólogos, carpinteros, vendedores, panaderos y un sinnúmeros de oficios, de Jesús dijeron: no es este el hijo del carpintero... o sea que terrenalmente Jesús fue el hijo de José, el carpintero, posiblemente su oficio lo aprendió muy bien, el Señor Jesús como humano aprendió un oficio y por eso los hombres lo reconocieron. Pero luego de treinta años, cuando se separó de su familia humana y comenzó su ministerio en la tierra, ya no habló nunca más de su padre terrenal, ya no fue el hijo del carpintero, él manifestó que Dios era su Padre, y que era el Hijo de Dios.
   
     Que diferencia, si hoy en día un hombre común y corriente hiciese eso, lo tildarían de chiflado y lo meterían en un hospital de enfermos mentales, pero en el tiempo de Jesús podemos observar que aparentemente ellos también quisieron hacer eso, es decir encasillar a Jesús, sólo como el hijo del carpintero. Un oficio digno, sí, pues era alguien que era solicitado por muchísimas personas, pero que para ellos no era un oficio digno para ser un maestro de religión en Israel.
   
     El apóstol Pablo dijo de sí, que fue criado a los pies del gran maestro Gamaliel, o sea que los hombres sabios y encumbrados eran enseñados por grandes maestros de la religión y la filosofía.  Los judíos encumbrados despreciaron a Jesús, por ser hijo de un pobre carpintero,  que no podía decir cual fue su gran maestro en religión, como ellos lo esperaban. Pero Jesús habló en este pasaje ya no de su vinculación terrenal sino de su vinculación celestial. Lo más curioso es que mientras los hombres del tiempo de Jesús vincularon su estirpe con grandes maestros y filósofos humanos y nunca con Dios, Jesús vinculó su ministerio con Dios. Esto es que llamó al mismo Señor, al Altísimo, al Santo, al tres veces Santo, al gran YO SOY, como su mismo PADRE.
 
      Hoy en día la gente al igual que en el tiempo de Jesús dicen ser grandes, por vincularse humanamente con grandes causas, o por seguir a connotados hombres, o grandes movimientos, o ser seguidores de eminentes hombres, pero que pena que pocos son los que dicen basar su ministerio en el mismo Señor de Señores. Que su respaldo (o como muchos lo llaman LA COBERTURA necesaria, al referirse a la pertenencia a una organización humana) proviene en verdad del mismo Dios. Los antiguos profetas eran muertos y perseguidos en el Antiguo Testamento por decir que hablaban en nombre de Dios, ya que no pertenecían al círculo de merodeadores o lisonjeros del rey de turno y siempre será así, cuando alguien se levanta en nombre de alguien reconocido y poderoso humanamente, el mundo y los hombres, lo ven como bueno, pero cuando alguien se levanta en el nombre de Dios, aún hasta sus mas íntimos amigos dudan de que así sea.
   
     Y ese fue el caso de Jesús, su pasado terrenal para ellos era una escoria para alzarse como él gran maestro de Israel, más Jesús dijo estas palabras dadas al principio de este escrito; "De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente". ¡Que preciosas palabras!, ¿cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a decir esto, que hacemos lo que vemos hacer a nuestro Padre celestial? ¿o mas bien estaría ser sincero el decir que hacemos lo que en verdad nos da la regalada gana?¿cuántos estamos dispuestos a llamarnos hijos de Dios y decir que Dios es nuestro Padre y que hacemos lo que nuestro Padre nos dice que hagamos: predicamos, levantamos obras, oramos por los enfermos y necesitados, salimos a predicar el reino de Dios, como nuestro Padre quiere que lo hagamos? ¿o que estamos dispuestos a que la gente nos ridiculice cuando nos pregunten por nuestras credenciales humanas, nuestros títulos, o por nuestro conocimiento para hacer las cosas que hacemos? ¿no es acaso Dios, nuestro Padre y no ningún otro? ¿entonces por qué llamamos Padre a otro, si sólo tenemos un Padre, y ese, solamente es nuestro Dios?


TODO DEPENDE DE SABER QUIEN ES TU PADRE


  •        La gente pensó que Jesús argüiría que José era su Padre, o algún pariente encumbrado, ellos sabían de la humildad de Jesús como hombre, él directamente basó su autoridad y conocimiento en que Dios era su Padre, que él hacía lo que veía hacer a su Padre. Lo sorprendente es que para los Judíos,  Dios era: El Santo, El Altísimo, El Inalcanzable, ellos ni siquiera podían ponerse como el polvo que Dios pisaba, pero este humilde Jesús se encumbra a los mismos cielos y se sienta con el Altísimo y le dice Padre
  •      He aquí la importancia de saber quien es tu Padre, porque cuando lo sabes vas a hacer las cosas que él hace. El Padre de Jesús no era un simple mortal, el padre de Jesús era el mismo Dios y Señor del universo. Es por esto que cuando en tu cerebro está el chip de que en verdad tú eres hijo y  ves y vives para tu Padre celestial y no para alguna organización humana-religiosa, en verdad sabes que quién te sostiene y de quién sale tu autoridad para hacer la obra de Dios no es de ningún humano sino del mismo Dios y Señor de los cielos.
  •      Cuando era un niño de sólo ocho años, pude ver en la iglesia donde me congregaba, este empoderamiento de los hermanos, como el poder de Dios se manifestaba en las personas, en los discípulos, en los seguidores de Jesús, todos eran hijos de un Padre poderoso y todos trabajaban en predicar el evangelio. Muchos fundaron iglesias y aún en casas eran fundadas iglesias, no había necesidad de graduar pastores y obreros en  ninguna parte, porque el poder del Padre actuaba en los hermanos y todos trabajaban y le preguntaban a Dios, a donde él quería que sirviesen.  
  •      Hoy en día vemos como la iglesia evangélica se ha detenido en su avance de predicación del evangelio, muchos esperan los medios, el amparo, LA COBERTURA, los estudios, las finanzas para hacer lo que el Padre les pide que hagan. Hoy la cabeza  de la una iglesia es el hombre, quien quiera que esté al frente de un templo, o un movimiento, algunos hasta el nombre de PADRE le dicen y le rinden pleitesía. ¿Claro como van los feligreses a saber quién es su Padre, si su verdadero Padre no es Dios, sino un hombre? ¿y si los avergüenzan por lo que son?, peor aún, ya no hacen lo que deben  hacer con respecto a la voluntad del Padre. Todo depende de saber en verdad, si tu verdadero Padre es Dios, y si verdaderamente haces, lo que ves hacer, lo que Él hace.(Este escrito fue hecho y producido por Rafael Grijalva)


jueves, 7 de mayo de 2015

JESÚS EL PAN VIVO

Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. (JUAN 6:51-56)
PAN

LA DEIDAD Y PRE-EXISTENCIA DE JESÚS
     Aquí el Señor hace una afirmación de que él es el pan vivo que descendió del cielo, o sea que él existía primero que nada y luego de creadas todas las cosas descendió del cielo. Existen tres cielos, el cielo que vemos en la atmósfera, el cielo donde moran las estrellas, y el cielo en donde está Dios. El Señor afirma que él descendió del cielo, ningún hombre o ser humano puede decir que vino del cielo, a lo mucho que Dios lo mandó del cielo, pero si usted viniera del cielo, ¿podría decir  usted que es el pan vivo que descendió del cielo? ¿por qué Jesús dice que es el pan vivo?¿existe el pan muerto o que no da vida? Jesús manifiesta que el pan natural no es un pan vivo, en realidad es un alimento, pero él es el pan vivo, porque él es la vida en si mismo, como Dios.

COMER EL PAN VIVO
     Jesús afirma que de este pan deben comer los hombres, para tener vida y vivir para siempre. Luego compara el pan con su carne o sea su cuerpo, manifestando que ese cuerpo o esa carne, él la daría por la vida del mundo.
     Notemos como el apóstol Juan plasma las palabras reveladoras de Jesús en estos versículos inequívocos en cuanto al propósito que él tenia de venir a este mundo y que era para dar su vida por este mundo pecador.

BEBIENDO LA SANGRE
     Jesús declara que tenían que beber su sangre, ¿por qué debemos beber la sangre de Cristo?, porque su sangre nos da vida, él es la propiciación, o sea el reemplazo del cordero del sacrificio, al cordero lo degollaban y con la sangre de este animal cubrían los pecados de la persona en el ANTIGUO PACTO cuando era ofrecido. Aquí  la sangre de un animal cubría pecados, Dios en el antiguo testamento declara que no tenían que beber la sangre de ningún animal, porque en ella radicaba la vida, mas aquí como hombre declara que tenían que beber su sangre. ¿nos propondrá Jesús el canibalismo acaso? Pienso que no. Cuando el Señor Jesús estuvo en la última cena con sus discípulos les dijo: "Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.  De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el NUEVO PACTO en mi sangre, que por vosotros se derrama" (LUCAS 22:19-20). Es en la sangre de Jesús que existe un nuevo pacto,

EL NUEVO PACTO
     En la última cena, el Señor Jesús manifestó, que este nuevo pacto es en su sangre, ¿pero cuando Dios hizo pacto con el hombre? El primer pacto lo hizo con Noé: "Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros" (Génesis 9:8-9) y la señal fue:"Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del PACTO entre mí y la tierra" (Génesis 9:13) 
     Otro pacto lo hizo con Abraham: "He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes" (Génesis 17:4),  y cual fue la señal del pacto: "Este es mi PACTO, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros".(Génesis 17:10). Entonces todo pacto partió de una promesa que Dios le hace a una persona, y el pacto es entre él y esa persona, y luego existe una señal, algo que le sea reconocible entre ambos. Dios establece como señal del último pacto: la circuncisión, pero ahora Dios en la persona de Jesus, hace un nuevo pacto o un nuevo testamento, y ese es en la sangre de Jesús. la sangre de Jesús derramada es la señal del nuevo pacto. Hoy existe un nuevo pacto entre Dios y el hombre y cualquiera que desee hacer este pacto, su señal será la sangre derramada de Jesús, en la cruz del calvario, la sangre es la señal del pacto. ¿Pero que pacta Dios con el hombre?, Dios pacta salvarlo, a través de Jesucristo, el Hijo de Dios. 

COMIÉNDONOS A JESÚS
"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero".  (JUAN 6:54)
¿Pero cuándo como a Jesús?, cuando pacto con él en su sangre preciosa, por eso él dijo:"Esta copa es el NUEVO PACTO en mi sangre"(LUCAS 22:20), cuando acepto a Jesús como mi único y suficiente salvador, acepto el pacto en su sangre derramada, Jesús inaugura un NUEVO PACTO en su sangre, de nada sirve creer que tomando el vino de la Santa Cena me como a Jesús, ya que el vino es sólo un símbolo, te puedes emborrachar con ese vino, eso sólo es un símbolo, la sangre de Jesús fue derramada, una sola vez y para siempre. La Biblia dice que el Señor puso su vida una sola vez y para siempre:"que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo UNA VEZ PARA SIEMPRE" (HEBREOS 7:27),  él no anda muriendo a cada instante, él murió una sola vez y para siempre por los pecados de todos nosotros. Su sangre está en mí, en su cuerpo fueron  castigados todos mis pecados. Cuando aceptamos a Cristo, aceptamos el NUEVO PACTO, haces un pacto con Dios para salvación, y la señal del acuerdo, es su sangre derramada en la cruz. Escrito por Rafael Grijalva