TEXTO: Salmos 100:1-5
1 Cantad
alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2 Servid a Jehová con alegría.
Venid ante su presencia con regocijo. 3 Reconoced que Jehová es Dios. Él nos
hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
4 Entrad por sus puertas con acción de gracias. Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre. 5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su
misericordia, y su verdad por todas las generaciones.
ANÁLISIS Y COMENTARIOS
Salmos 100:1 Cantad alegres a Dios, habitantes de
toda la tierra.
La alegría de
cantar a Dios. Pero el Señor pide que los que canten sean los habitantes de
toda la tierra, y lo hagan con alegría. Dios nos hizo con un propósito: el de
alabar y bendecir su santo nombre. Cuando Pablo y Silas estaban en la prisión,
ellos cantaban:
Hechos 16:25: Pero a medianoche, orando Pablo y
Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
¡Qué
precioso cómo cantaban himnos al Señor!
En medio de la angustia ellos cantaban himnos, ¿cómo puede ser esto?, cuando
estoy afligido. ¿Cómo puedo cantar al Señor?, es imposible que estando en la cárcel,
de mis labios salgan alabanzas al nombre del Señor. ¡Eso sí que es
extraordinario! Me parece a mí que esto es totalmente grande y maravillosos que
suceda esto.
Salmos 100: 2 Servid a Jehová con alegría.
Venid ante su presencia con regocijo.
Debemos
servir a Dios con alegría. Cuando lo hacemos con tristeza es porque nos falta
la convicción, de que aun en medio de las pruebas, Dios está con nosotros. Es
que no comprendemos que su gracia y misericordia está con nosotros. La alegría
es un don del Espíritu Santo. Dice el apóstol Pablo:
Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, GOZO, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Luego la
escritura dice también en el Antiguo Testamento:
Nehemías 8:10: Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el GOZO de Jehová es vuestra fuerza.
Hay gozo en
el cristiano cuando existen pruebas. Aunque hay lloro, muchas veces y tristezas,
Dios nos provee de gozo en nuestro interior, porque hay esperanza.
Mira lo que
dice el apóstol Santiago:
Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta
la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de
vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Las pruebas
y las dificultades son soportables para Dios. Él juntamente con la prueba nos
da la salida.
1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados
más de lo que podéis resistir, sino que
dará también juntamente con la tentación la salida, para que
podáis soportar.
Dios ha
prometido en darnos la salida, así es como Pablo y Silas adoraban a Dios en medio de esta dura prueba y Dios los
escuchó. Dios envió un terremoto para librarlos; sus cadenas fueron rotas por
el Señor. Observa el pasaje bíblico.
Hechos 16:26 Entonces sobrevino de repente un
gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al
instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
Dios premio su
alabanza, su adoración, su fe. Cuando ellos tuvieron fe en el Señor en medio de
las dificultades. Dios obró de una manera extraordinaria.
Ninguna
alabanza a Dios debe ser con tristeza. Debemos con alegría alabar a Dios.
Nehemías no podía presentarse ante el rey Artajerjes con tristeza. Él siempre tenía
que estar alegre ante el rey. El rey le preguntó por qué estaba triste.
Nehemías 2:2-3 Me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no
estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran
manera. 3 Y dije al rey: Para
siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa
de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el
fuego?
Nehemías
temió en gran manera, porque él no podía presentarse al Rey con su rostro
afligido; él podía recibir la pena de muerte.
Así lo dicen los analistas históricos.
Salmos 100: 3 Reconoced que Jehová es Dios.
Dios es
Dios, es el único que hay. La Biblia lo expresa claramente:
I Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Cuando
reconocemos que Dios es el único que hay, que no hay otro Dios, que le
glorificamos a él, que le honramos a él, que él es nuestro Padre. Entonces todo
nos va bien. En nuestras vidas ya no hay dudas ni malos razonamientos. Sabemos
que todas nuestras dudas se despejan. No tememos a nada ni a nadie porque al
único que tememos es a Dios. Que él es el único que hay. No hay otros Dioses. Satanás
no es Dios. Él es un ser creado, limitado en poder. Ningún demonio es Dios;
solamente él lo es. Los demonios son seres caídos, que no tiene poder, ellos
saben quién es Jesús y que poder tiene. Mira lo que dice la Biblia:
Mateo 8:28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
Los demonios
sabían y reconocían que Jesús era el Hijo de Dios. ¡Qué vergüenza que los
hombres no sepan que Jesús es el Hijo de Dios! Y en cambio los demonios si lo
saben, ¡hasta dónde irá nuestra ignorancia! Observa lo que dice la Biblia con
respecto a este tema:
Santiago 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También
los demonios creen, y tiemblan.
Los demonios
creen en un Dios verdadero, pero el hombre duda de la existencia de Dios. ¡Será
posible!, parafrasearé un poco: Los demonios serán los jueces de los incrédulos,
porque ellos aunque odian a Dios, creen que si hay un Dios y tiemblan. ¡Qué vergüenza
para los hombres!
Salmos 100: 3 Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos.
Existe la
peregrina idea de que nosotros nos hicimos a nosotros mismo y que no existe Dios, que somos el
fruto del azar y de la suerte. Que una molécula, que no se sabe de dónde salió,
se unió con otra y la electricidad, que tampoco no se sabe de dónde salió, esta
electricidad hizo que las 2 moléculas se
pegaran y por eso se necesitaron trillones de años para que la evolución
hiciese su parte. Y ahora nosotros somos
el fruto de esa unión. La Escritura dice que Dios nos formó, él nos hizo del polvo
de la tierra y sopló en su nariz la vida.
Génesis 2:7: Entonces Jehová Dios formó al
hombre del polvo de la tierra, y
sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Somos
creados por Dios, somos ovejas de su prado. Somos creados por él. Él nos hizo. Él
nos dio vida y dio la vida a todos los hombres. Y él tiene el derecho de juzgarnos,
le guste o no le guste a los hombres. El hombre no puede decir a mí no me juzgues,
pues no creo en Dios, porque soy ateo. Dios te dio la vida y él te juzgará te
guste o no te guste. Él tiene la potestad de hacerlo.
Salmos 100:4 Entrad por sus puertas con acción de
gracias, por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.
¿Cuántos bendicen el nombre de Dios? ¿Cuántos bendicen
con alabanza su nombre? No podemos entrar a sus atrios sin alabanza. A Dios no
podemos ir a alabar su nombre tristes. Porque el gozo
del Señor es nuestra fortaleza. Tenemos que alabarle alegres. Bendigamos su
nombre. Su nombre es Santo. Cuando bendecimos al bendito, él se regocija en
nuestra alabanza. Él obra milagros como lo hizo con Pablo y Silas.
Dios es
bueno. Si reconocemos su bondad entonces todo está bien. Todo va viento en
popa. Todo reverdece. Su nombre se engrandece. Para siempre es su misericordia.
Para siempre es su bondad. Gloria el nombre de Dios eternamente y para siempre. Amén.
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