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domingo, 14 de diciembre de 2014

EL NACIMIENTO DE JESÚS DE NAZARETH

NACIMIENTO DE JESUS

CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO
La Biblia dice en el evangelio de Mateo 1:18-25 “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.  José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros
”. El Señor Jesús nació hace 2000 años en la ciudad de  Belén, él nació  según las profecías bíblicas en esta ciudad, cuando el profeta dijo: ─
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad─ (Miqueas 5:2). Aquí se cumplió la Escritura cuando el Señor nació en Belén, por cualquier circunstancia que fuere, Dios puso su voluntad sobre el tiempo ya que José y María tuvieron que ir allá, y ahí nació el Señor.

LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA DEL TIEMPO

En Gálatas 4:4 la Biblia enseña lo siguiente: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley”. ¿Cuándo se cumplió el tiempo? El tiempo se cumplió cuando nació Cristo, Dios envió a su Hijo. Hoy en día hay personas que dicen  que no saben si Dios los ama o no, que no perciben su presencia en las cosas que hacen, pero he aquí el contexto Bíblico en que se manifiesta que Dios envió a su Hijo, él no olvidó al ser humano, él lo creó y a causa del pecado se había interrumpido la comunicación, pero «en su tiempo» Dios envió a su Hijo para salvar al hombre. Dios no necesitaba enviar a su hijo a este mundo, éramos nosotros los que necesitábamos que Cristo naciera para salvarnos, en un acto de amor eterno, Dios envió al Salvador para que naciera en un humilde pesebre, pues no había lugar para ellos en el mesón. Hoy en día tampoco hay un lugar para Cristo en el corazón del hombre, Jesús está fuera de nuestras festividades, lo que al hombre le importa es lo que va a comer en ese día, cuánto licor tomará, qué regalos tendrán sus hijos, cuánto se divertirá. Navidad es humildad, pues el Rey del cielo vino a nacer humilde, mientras nosotros no entendemos que debemos desprendernos de lo que tenemos y compartirlos con los pobres, así como el Señor se desprendió de su Hijo y compartió con el mundo de su amor y comprensión.

UN PERVERTIDO ENGAÑO

Lamentablemente Satanás ha tergiversado esta conmemoración, y hoy se cree que Navidad es Papá Noel, Santa Claus, los nonos, los renos, el vestido, el pavo, los juguetes y todas las cosas superfluas, en donde no cabe Cristo. Ya no es un momento de intimidad en donde se recuerda que estas fechas son de recogimiento espiritual y en donde conmemoramos el nacimiento de Jesucristo ─nuestro Salvador─ no, sino que las prioridades son otras, he visto que en la mayoría de centros comerciales y moles de la ciudad de Guayaquil, no se menciona ni siquiera la palabra Jesús o Cristo o Salvador, mejor deberían cambiar el nombre de esta festividad y llamarla de otra manera, en un centro comercial escuchaba una canción de los renos, en otro escuchaba el cántico del tamborilero, o sea, son otros los personajes principales de la Navidad, menos su autor, que es Jesucristo.
No pretendo hacer un libro sobre este tema, solamente mis palabras son de despertar en ti, amigo que me lees, un pequeño pensamiento de sorpresa, en donde te preguntes ¿si es acaso así como Dios quisiera que conmemoremos el nacimiento de Jesucristo en este mundo?

EL VERDADERO PROPOSITO

En Filipenses 2:5-11: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Observe como Dios dice aquí que «haya» o exista este «sentir» en nosotros, o sea que imitemos a Dios en lo que él hizo, cuando dice que no estimo «el ser igual a Dios» o sea que siendo Dios, no le importó y se humilló, ¿por qué se humillo? Porque vino aquí a ser «un siervo», un hombre ─pobre─ o no vamos a decir que él nació en un palacio, en cuna de oro y comía con cuchara de plata o jugaba con unicornios, no, él fue un humilde «hijo de carpintero» así lo dice la Biblia, sabía su oficio, Jesús era un carpintero humilde, ─no nos avergoncemos de aquello─ él nació, vivió y murió como un hombre de condición humilde, una vez dijo «el Hijo del hombre, no tiene donde recostar su cabeza», señal de pobreza, no vivía en un palacio. Cuando Pilatos le preguntó si él era rey, él le dijo que sí, pero que su reino no era de este mundo, claro que no era de este «mundo», jamás para el verdadero cristiano este mundo constituye su verdadera patria, pues nuestra patria verdadera está en los cielos, (no hablo de no obedecer las leyes de nuestro país o de proclamar no ser ecuatorianos, entiéndase bien), hablo que para el verdadero creyente este «mundo» no es nuestro lugar, estamos de paso, somos ciudadanos del reino  celestial en donde tenemos a nuestro Rey, que es Cristo.

CONCLUSIÓN NAVIDEÑA

¿Qué sacamos diciendo todo esto? La biblia enseña que «somos la sal de la tierra», ¿para qué sirve la sal? En el tiempo antiguo, la sal era un preservante de las comidas, si querías que la comida no se corrompiera la salabas con sal, y de esta manera preservabas los alimentos, ya que no había refrigeradoras como hoy. ¿Pero, por qué te digo esto? Es para que comprendas que la labor del cristiano, es hablar de Cristo, «a tiempo y fuera de tiempo» con el único propósito de hacerte ver lo que verdaderamente tiene sentido para Dios. Hablamos del «mundo» y hemos explicado muchas veces lo que es el «mundo», un sistema de cosas que Satanás ha ideado para corromper la mente del hombre. No corrompamos la Navidad, en este tiempo, conmemoremos el nacimiento de Jesucristo en este mundo con humildad y sobriedad, pero sobre todo deja que también Jesucristo nazca en tu corazón, te invito a que lo dejes entrar a tu vida, has esta oración conmigo: “Señor reconozco que Jesucristo es mi Salvador, permito que él nazca en mi corazón, cámbiame y transfórmame, perdona mis pecados y rebeliones contra ti, y límpiame de todos mis pecados con la sangre de Cristo, mi salvador”. Si hiciste y repetiste esta oración con fe, Dios perdonó tus pecados, no lo digo yo, lo dice la Biblia, te aconsejo que compres una Biblia, léela diariamente, ora a Dios todos los días y que él sea el amigo diario que necesitas, y verás como Dios comenzará una obra maravillosa en ti esta Navidad y todas la Navidades siguientes, mientras Dios te dé vida en este mundo, que el Señor te bendiga. Amén.

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