1) DIOS OBRA EN LA PERSISTENCIA DE NUESTRA ORACIÓN
LA VIUDA Y EL JUEZ INJUSTO
desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿HALLARÁ FE EN LA TIERRA?
Análisis y
comentario:
El Señor nos habla de que no digamos letanías delante de
Él.
Mateo 6:7 Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos.
Las repeticiones son oraciones preparadas y repetidas. Dios no quiere vanas repeticiones. Él necesita de una oración sincera, pero aquí de lo que se trata es de que esta oración puede ser con el mismo propósito o petición. Por ejemplo la viuda le pedía constantemente al Juez Injusto que le haga justicia, ella no tenía otro remedio, ya que este juez era el único que podía legalmente hacerle justicia.
Entonces no hay que confundir una oración repetida muchas
veces, con una oración con propósito igual. El propósito igual puede permanecer
delante de Dios siempre, por ejemplo anhelamos que ECUADOR SEA PARA CRISTO,
esto no es una letanía. Este es un propósito fundamental de nuestras vidas.
Dios anhela esto también y nuestra alma anhela este propósito. Dios no se
disgusta porque pidamos este propósito en la oración. Él se alegra que su
iglesia ore por esto.
Luego de esto el Señor dice si hallará fe en la tierra. Por qué
nuestro salvador habla de la fe. Porque toda oración debe ir con fe. Note lo
que dice la Biblia con respecto a este tema:
Santiago 1:6-7 PERO PIDA CON FE, no
dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es
arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien
tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
De nuevo decimos que el Señor advierte de que los hombres se
cansarán de pedir a Dios y porque no piden con fe, él se pregunta si hallará
fe. Él solo se hace una pregunta nada más, no está diciendo que así será, pero
creo que probablemente así será. Porque los hombres se habrán cansado de pedir
y al no ser persistentes abandonarán la oración persistente delante
de Dios y no tendrán ya más fe en él.
EJEMPLO DE ORACIONES
CON PROPÓSITO
Hubo una mujer que persistió durante mucho tiempo, y
esta era Ana, la madre de Samuel:
ANA (SU PROPÓSITO FUNDAMENTAL: TENER HIJOS)
1 SAMUEL 1:1-20 1 Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del
monte de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de
Tohu, hijo de Zuf, efrateo. 2 Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana,
y el de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía. 3 Y todos
los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios
a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y
Finees, sacerdotes de Jehová. 4 Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía
sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a
cada uno su parte. 5 Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana,
aunque Jehová no le había concedido tener hijos. 6 Y su rival la irritaba,
enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.
7 Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo
cual Ana lloraba, y no comía. 8 Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué
lloras? ¿Por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo
mejor que diez hijos? 9 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en
Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar
del templo de Jehová, 10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró
abundantemente. 11 E HIZO VOTO,
diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu
sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a
tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y
no pasará navaja sobre su cabeza. 12 Mientras ella oraba largamente delante de
Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. 13 Pero Ana hablaba en su
corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo
por ebria. 14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu
vino. 15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer
atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi
alma delante de Jehová. 16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque
por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. 17
Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la
petición que le has hecho. 18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia
delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más
triste. 19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y
fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, Y JEHOVÁ SE
ACORDÓ DE ELLA. 20
Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana,
dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a
Jehová.
COMENTARIO:
Dios se acordó de Ana, esa es la frase más atractiva que
encuentro en este pasaje, es un antropomorfismo, con el cual se le atribuye a
Dios características humanas. Como si Dios necesitara acordarse para hacer las
cosas.
ANA LA
PROFETISA DEL TEMPLO (DIOS LA PREMIÓ VIENDO AL SALVADOR)
LUCAS 2:36-38 Estaba también allí Ana,
profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues
había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del
templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Esta, presentándose en la misma
hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la
redención en Jerusalén.
SIMEÓN EL DEL
TEMPLO DE JERUSALÉN (DIOS LE
PERMITIÓ VIVIR PARA QUE VEA AL UNGIDO DE DIOS)
LUCAS 2:25-31 Y he aquí había en Jerusalén un hombre
llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de
Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el
Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que VIESE AL UNGIDO DEL SEÑOR.
27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús
lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le
tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 Ahora, Señor, despides a tu
siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu
salvación, 31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz
para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.
ELÍAS (DIOS LE CONCEDIÓ LOS DESEOS DE SU CORAZÓN)
Santiago 5:16- 18 16 La oración eficaz del justo puede mucho.
17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y ORÓ
FERVIENTEMENTE para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por
tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra
produjo su fruto.
2 UNA ORACIÓN CON HUMILDAD
EL FARISEO Y EL
PUBLICANO
LUCAS 18:9-14 9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros,
dijo también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
2 EL SER
HUMILDES DELANTE DE ÉL.
La Biblia dice que Dios resiste a los soberbios pero que da gracia
a los humildes.
Santiago 4:6: Pero él da mayor gracia. Por esto dice: DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, y da GRACIA a los humildes.
Salmos 147:6: Jehová exalta a los HUMILDES, Y humilla a los impíos hasta la tierra.
¿QUÉ ERA UN
PUBLICANO?
Publicano (en latín, publicanus, pl. publicani), en Roma,
era nominado genéricamente así quien obtenía, mediante locatio (arrendamiento),
alguna delegación jurisdiccional del estado para efectuar la recaudación de
tributos del tipo vectigalia (es decir, los ingresos regulares).
¿QUE ERA UN
FARISEO?
Los fariseos fueron un grupo o movimiento político social y
religioso, así como una escuela de pensamiento judía en la Tierra de Israel
durante el período del Segundo Templo. Tras el sitio de Jerusalén y la
destrucción del Segundo Templo en el año 70 d.c Los fariseos tenían una doctrina basada en la
inmortalidad del alma, donde las personas buenas eran premiadas y las malas
eran enviadas al infierno. ... Creían en la resurrección de las almas y en la
vida eterna. Creían en la libertad humana sobre el destino.
COMENTARIO
El Fariseo y el publicano subieron a orar ante el templo y ante
Dios. A ambos Dios los escuchó, pero Dios se enroncha con los soberbios. Esa es su condición, a Dios
le da roncha los soberbios, y el Fariseo se jactaba delante de Dios. Él no se presentó
con humildad, posiblemente él tenía razón era mejor que el publicano, pero la
regla prevaleció más que la forma de presentarse.
Santiago 4:6: Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios
resiste
a los soberbios, y da gracia a los
humildes.
El publicano verdaderamente era un pecador, un hombre sin
escrúpulos, un hombre aborrecido por el pueblo, ya que siendo judío se aprovechaba
estafando al pueblo. Porque cobraba para
los romanos los impuestos, y adicionalmente robaba a su propio pueblo. Pero
Dios premió su humildad, ya que este hombre reconoció que era un pecador.
Ambos eran pecadores delante de Dios, lo que los fariseos no
comprendían era que para Dios ambos no merecían su perdón. La Biblia dice que Dios
nos perdonó nuestros pecados por GRACIA.
O sea no era por méritos humanos la justificación delante de Dios. Mira la Biblia
dice:
Salmos 25:11: Por amor de tu nombre, oh Jehová, PERDONARÁS
también mi pecado, que es grande.
Siempre fue así, Dios perdonaba porque él lo quería así. El
salmista David dice que por amor a su nombre perdonarás mi pecado. Siempre fue
la potestad de Dios el perdonar los pecados de los hombres a los que él quería
hacerlo, de su propia voluntad.
Salmos 32:1: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha
sido perdonada, y cubierto su pecado.
Este es la frase más linda de la Biblia cuando dice que FELIZ es el hombre al que Dios perdona
sus pecados.
Salmos 32:5: Mi pecado te declaré, y no encubrí mi
iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi
pecado.
Cuando el hombre confiesa sus pecados delante de Dios, él
los perdona desde la antigüedad Dios requiere la confesión voluntaria de los
pecados para perdonarlos.
Pero Dios siempre requirió la sangre para perdonar pecados, así
lo manifiesta la Biblia.
Hebreos 9:22: Y casi todo es purificado, según la ley, con
sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Mateo 26:28: Porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Entonces usted puede notar porque ahora es por la gracia de Dios
que el Señor obra, porque Cristo derramó su sangre preciosa en la cruz, ahora
la salvación es por gracia y por fe, la
fe en Jesucristo. Por eso la Biblia dice:
Romanos 10: 9 Que si confesares con tu boca que Jesús es
el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo.
Si ves, solo con la confesión de que Jesús es el Señor de tu
vida eres Salvo, ya no tienes que hacer ninguna cosa para ser salvo, su
salvación es por gracia, el regalo de Dios a los hombres tal como lo dice:
Juan 3:16-17 “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo SEA SALVO por él.”
Acepta a Cristo como el Salvador de tu vida.
Conclusiones
finales:
A) Dios requiere de una oración con propósito para el escuchar
lo que tú dices. No es lo mismo orar repitiendo una oración aprendida cientos
de veces, que ir con el mismo propósito diario pero hacerlo con todo nuestro
corazón delante del Juez Justo de toda la tierra, Jehová nuestro Dios.
B) Dios requiere de la humildad en nuestras oraciones, Dios
resiste a los soberbios, Dios se enroncha con los soberbios y altivos de
corazón. Pero él se conduele y se apiada de los que lo hacen con humildad
delante de su presencia y reconocen su condición de ser pecadores, que no son nada
sin él, que lo necesitan cada día más, y que requieren su perdón para poder
existir.